Tus neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y la superficie de la carretera. Un buen agarre es esencial para la efectividad de la dirección, los frenos y la transmisión del motor.

Unos neumáticos desgastados pueden hacer que sea necesaria una mayor distancia de frenado, que aumente el consumo de combustible o que se produzcan aquaplanings o reventones.

Estas son algunas señales de que tus neumáticos pueden estar desgastados:

· Baja presión
· Rodadura parcial
· Vibraciones en el volante o ruidos extraños
· Una tendencia a que el vehículo se desplace hacia un lado en lugar de circular en línea recta
· Difícil manejabilidad en carreteras mojadas